La inflación del 7% mantiene preocupados a Sergio Massa y su equipo, que estiman y temen, que de seguir así, para finales del 2023 nos encontraríamos en los tres dígitos.
Sin embargo, quienes se mantienen en grado de alerta son los empresarios ante el miedo de que el cepo importador se endurezca aún más por la escasez de dólares en el Banco Central (BCRA), sin contar además el temor frente a una posible devaluación pre elecciones.
“Hubo una restricción importante de acceso a divisas para pagar insumos a mediados del año pasado, que a principios de este se había aflojado un poco”, anunciaba una fuente industrial, alcanzado por la “problemática”.
“En el contexto actual de sequía es difícil pensar que no somos la variable de ajuste. Ahí vamos a tener que buscar en dólares paralelos a $400, lo que no encontremos en el oficial a $200 y eso se va a trasladar”, resaltó.
Así mismo, a esto se le suma la incertidumbre por las repercusiones que podría generar la última medida de AFIP, relacionada con la suspensión del régimen de percepción que permitía a grandes importadoras quedar exentas del pago de los Impuestos al Valor Agregado (IVA) y Ganancias para sumar recaudación en 2023.
Ciertas fuentes afirmaron que se perjudica principalmente a las pymes y que ese incremento en la presión impositiva se trasladará prontamente a los precios.