El Gobierno, liderado por Javier Milei, ha dado un paso en la apertura del fútbol al capital privado al autorizar la transformación de los clubes en sociedades anónimas (SAD). La Inspección General de Justicia (IGJ) emitió una resolución este martes que establece una serie de desregulaciones y flexibilizaciones de trámites, precisando los alcances de dos artículos del decreto 70 que habilitó las SAD.
Esta nueva normativa permite la participación de asociaciones civiles y fundaciones como accionistas en sociedades anónimas, y simplifica la inscripción de entidades de bien común constituidas en el extranjero para operar en Argentina. Según la normativa, los clubes podrán, de manera voluntaria, recibir aportes de capital privado y permitir el ingreso de empresas en el gerenciamiento de sus entidades.
Milei, defensor de esta apertura, declaró: “Basta de pobrismo en el fútbol”. Afirmó que con la entrada del capital privado se podría generar una inversión rápida de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares, lo cual es crucial en un momento de escasez de divisas.
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), encabezada por Claudio “Chiqui” Tapia, se ha mostrado crítica ante el avance de las SAD. La AFA ha rechazado públicamente el gerenciamiento empresarial de los clubes y ha emitido declaraciones formales respaldadas por asamblea, apoyando recursos judiciales para bloquear su implementación. Sin embargo, existe un sector minoritario, liderado por figuras como el presidente de Estudiantes, Sebastián “Bruja” Verón, y el expresidente Mauricio Macri, que apoya la privatización parcial del fútbol.
El debate continúa, con Milei sosteniendo que este modelo de apertura podría mejorar la situación financiera de los clubes, evitando la salida prematura de jugadores a grandes clubes de Europa, Estados Unidos, e incluso Brasil.