En medio de una alarmante sequía, la ciudad de Carlos Paz y las localidades del sur del Valle de Punilla enfrentan una situación crítica debido a la bajante del río San Antonio. La falta de lluvias y la escasa infraestructura llevó a declarar alerta roja, con consecuencias impactantes para los habitantes de la región.
El río San Antonio experimentó una baja de aproximadamente cinco centímetros por día, lo que obstaculizó la captación de agua para el abastecimiento de Carlos Paz y sus zonas circundantes. La planta de captación y potabilización en Cuesta Blanca enfrenta dificultades debido a esta disminución en el caudal.
Ante este escenario crítico, el municipio de Carlos Paz emitió una alerta roja, limitando el suministro de agua exclusivamente para el consumo humano. Roberto Cotti, subsecretario de Planeamiento y Agua, destacó la gravedad de la situación y explicó que la ciudad implementó medidas de emergencia, como la sectorización para el transporte de agua por horarios y el suministro mediante camiones cisterna en las zonas afectadas.
La problemática se agrava en las zonas altas de la ciudad, donde la falta de presión impide el abastecimiento regular, requiriendo la distribución a través de camiones cisterna. Cotti señaló que la escasez de lluvias es la principal causa del problema, pero subrayó la necesidad de realizar obras de infraestructura de envergadura, que actualmente son difíciles de llevar a cabo sin el respaldo económico de la provincia.
“Resulta de vital importancia que realicemos un consumo responsable y consciente, evitando la utilización de mangueras para riego y lavado de veredas, patios y autos, así como el llenado de piletas y toda actividad que pueda implicar algún tipo de derroche”, advirtió la Municipalidad, instando a la colaboración de la comunidad en medio de la crisis.
La situación también afecta a otras localidades de la región, como Santa María de Punilla, que ha tenido que restringir la provisión en las áreas más elevadas. En Alta Gracia, algunos barrios sufren cortes debido a la bajante del río Anisacate, que afecta al dique La Toma, principal fuente de abastecimiento para la ciudad.
Aunque el embalse San Roque presenta niveles preocupantemente bajos en su zona central, aseguran que se encuentra dentro del promedio para la temporada. Edgar Castelló, titular de Recursos Hídricos, indicó que, a pesar de la apariencia del lago, los niveles están ligeramente por encima de los registrados en 2022, considerándose normales para esta época del año.