La solidaridad es algo cada vez más frecuente entre los argentinos. El brindar ayuda al que no tiene o al que más necesita.
Este es el caso de Juancho, un panadero de Villa del Rosario que, una vez por mes, regala pan a más de 250 familias. Si, una vez por mes, muchas familias reciben una ayuda extraordinaria, para algunos el pan no será mucho, pero para otros es indispensable y hasta una de sus únicos alimentos ingeridos.
La bondad viene de familia, ya que estas grandes ideas se las inculcaron sus padres de chico. “Mi viejo y mi vieja siempre daban. Nadie se quedaba sin comer pan, tuviera plata o no tuviera”, relataba con mucho orgullo.
Una iniciativa totalmente desinteresada, ya que Juan no es un empresario adinerado. El solo quiere colaborar y dejar su granito de arena. Algo realmente admirable.
