- Así lo ve Tomás, quien participó en el armado de la nueva biblioteca en el instituto del Complejo Esperanza.
- La biblioteca forma parte de un proyecto socioeducativo coordinado por las educadoras que se desempeñan la institución.
- Se busca promover la lectura y las propuestas socioeducativos fuera de los ámbitos donde usualmente se alojan los chicos.
El Instituto Nuevo Sol, que aloja mayor cantidad de adolescentes en el Complejo Esperanza y depende de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SeNAF), cuenta desde este mes con una biblioteca propia para uso de todos los chicos.
A partir de un proyecto compartido por el equipo de socioeducadoras, y con la colaboración de varios de los chicos, se intervino, reacondicionó y decoró un espacio para el uso en común de los adolescentes de los ocho sectores del Instituto.
Tomás, uno de los chicos alojados en el instituto, reconoce que si bien no es amante de la lectura, cuando las educadoras compartieron la propuesta se entusiasmó en cooperar. “Este espacio se trata de que nosotros podamos despejar un poco la mente, salir de los problemas, y aprender también muchas cosas leyendo”, dijo.
Con el apoyo del director del Instituto, Luis Molina, y con la educadora, Romina Astini, los chicos pintaron muebles, paredes, hicieron banderines, cuadritos y le dieron su toque a este espacio común que ahora les pertenece.
Romina, a cargo de la redacción del proyecto de la biblioteca, señala que se propusieron “crear un espacio de lectura que sea adecuado, diferente, más distendido y más relajado” que invite a leer.
Anteriormente las socioeducadoras hacían circular libros en los ocho sectores de Nuevo Sol a través de una caja. Pero explican que no era la mejor forma de acercar a aquellos que no tienen hábito de lectura. “No es lo mismo que esté todo ordenado en un estante, que puedan observar los libros, tocar, oler y elegir”, apunta Romina. También entienden que esta manera de acercamiento promoverá el hábito de cuidado de los libros entre los chicos.
En la biblioteca también podrán hacer tareas de la escuela, pero lo destacable es que no solo será para uso personal para el que quiera aprovecharlo, sino que como proyecto socioeducativo las educadoras podrán trabajar en este espacio, diferentes temáticas con los adolescentes a través de lecturas u otras dinámicas.
La decoración aún no terminó cuentan Tomás y Alex: “Nos falta hacer más cuadritos”. Romina señala que a través del taller de costura que se implementa como capacitación, la idea es confeccionar almohadones para poner sobre la gran alfombra que tiene la Biblioteca. “La intención es que puedan trabajar en el piso, que sea un lugar desestructurado”, explica Silvana Juárez, coordinadora del equipo socioeducativo del Nuevo Sol.
Las donaciones de libros son bienvenidas y necesarias. Todavía no cuentan con mucha variedad de títulos. Tomás expresa a que él le gustaría que hubiera “historias de vida, historias interesantes, que llamen la atención”. Los policiales y thrillers les atraen mucho a los chicos también, agrega Romina.
Si bien Tomás confesó no ser amigo de la lectura, a partir del proyecto de la biblioteca y el consejo de los adultos que lo acompañan en su paso por el instituto, comenzó a leer a la noche. “Me pongo a leer un rato, me ayuda a que la mente se canse y pueda dormir bien”, cuenta. Y confía en que partir de la creación de la biblioteca, “muchos chicos que no les gusta leer, empiecen a salir de su sector y acercarse”.
Donaciones
- Las personas interesadas en donar libros para la biblioteca pueden llevar los ejemplares a la Secretaría Privada de SeNAF.
- Dirección: Maestro López 113, Edificio Eva Perón, Ex Complejo Pablo Pizzurno, Córdoba.
- Horario: 8 a 13.
- Teléfono: (0351) 4343456/59