El año nuevo comenzó con extensas precipitaciones en la provincia de Córdoba y eso trajo consigo una rápida y abrupta crecida de los ríos cordobeses.
Luego de dichas lluvias, los caudales aumentaron rápidamente y la alerta roja en los mismos se extendió con ligereza. Dos de estos casos fueron el río San Antonio y Anisacate, los cuales superaron los tres metros de crecimiento. Además de las veloces corrientes, se pudo observar un peligroso, pero victorioso rescate de dos bañistas en Cuesta Blanca.