Los precios de los pasajes aéreos experimentaron un aumento del 50% en tan solo 24 horas, dejando a viajeros y operadores turísticos en estado de incertidumbre.
Este fenómeno se desencadenó tras el anuncio del primer paquete de medidas por parte del Gobierno de Javier Milei, que incluyó la devaluación del peso argentino y la liberación de precios. Como resultado, algunas aerolíneas tomaron medidas drásticas, suspendiendo la venta de pasajes aéreos internacionales y permitiendo solo reservas de boletos sin completar el pago.
Tanto para vuelos de cabotaje como para destinos internacionales, el incremento de precios promedió un 50%, generando dificultades para los viajeros que intentaban adquirir sus boletos durante la jornada del miércoles. En algunos casos, las aerolíneas optaron por limitar las transacciones y solo permitieron realizar reservas, complicando aún más la situación.
Las medidas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, impactaron directamente en el sector aerocomercial, que se encuentra fuertemente ligado a la cotización del dólar.
A pesar de la paralización temporal en la venta de pasajes, los operadores señalaron que muchos de los boletos y paquetes turísticos para las próximas vacaciones de verano fueron adquiridos antes de las elecciones, atenuando en cierta medida el impacto en el sector. Algunas compañías afirmaron que las consecuencias fueron “marginales”.
Por ejemplo, un pasaje de Buenos Aires a Iguazú, que tenía un valor de $24.000 el martes, ascendió a $54.900 en solo un día, representando un aumento del 128,8%. Asimismo, los vuelos a Bariloche, Salta y Córdoba experimentaron incrementos del 38,7%, 61% y 97,3%, respectivamente.
En el ámbito internacional, el vuelo desde Buenos Aires a Santiago de Chile, que el martes se cotizaba en $131.500 con todos los impuestos incluidos, sufrió un aumento del 85,2%, alcanzando la cifra de $243.500 en tan solo 24 horas.