- Para Córdoba, el estado de conservación de la tortuga de tierra es “vulnerable”, debido al mascotismo y pérdida de hábitat.
- En el mismo procedimiento se recuperaron también 16 aves de diversas especies.
Policía Ambiental, dependiente del Ministerio de Coordinación del Gobierno de Córdoba, rescató fauna silvestre que se encontraba en cautiverio en una vivienda de la localidad La Esperanza, ubicada en el departamento Tulumba.
Tras una denuncia recibida, agentes de la repartición en conjunto con personal de la Patrulla Rural, constataron que el propietario de la casa tenía ilegalmente 24 tortugas de tierra y 16 aves, entre las que había cardenales copete rojo, reinamoras, brasitas, jilgueros y semilleros. También se recuperaron un cuero de lampalagua y un caparazón de tortuga.
“Seguimos trabajando, a través de nuestras bases operativas ubicadas en todo el territorio provincial, en la atención de denuncias que nos llegan a diario y que nos alertan sobre la tenencia y tráfico ilegal de fauna silvestre, incluso de especies que se encuentran en categorías de conservación graves”, señaló el secretario de Policía Ambiental, Adrián Rinaudo.
Todos los animales fueron trasladados a la reserva Tatú Carreta de Casa Grande para que se les realice un control sanitario y transiten allí la cuarentena protocolar y obligatoria.
Policía Ambiental recuerda a la comunidad que está prohibido tener animales silvestres como mascota y que tampoco se permite su transporte o venta. Para realizar denuncias por tenencia de fauna silvestre en cautiverio los ciudadanos pueden comunicarse al 0800-777-0220 o al 0351-4420924, por mail a Policia.Ambiental@cba.gov.ar, por Ciudadano Digital o vía web.
Sobre el estado de conservación de las especies
La tortuga de tierra es la única representante de la Familia Testudinidae en Córdoba y debido al mascotismo y pérdida de hábitat se encuentra en la categoría “vulnerable” lo que significa que, por su cantidad, distribución geográfica u otros factores, no están actualmente en peligro, ni amenazadas, pero pueden entrar en esas categorías. Asimismo, el cardenal se encuentra en el Apéndice II de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), por lo que de no mediar acciones concretas en cuanto al tráfico ilegal podrían tener problemas de conservación.