Tal parece ser que las enfermedades, especialmente aquellas contagiosas o que de alguna forma se transmiten no dejan de azotar a la población.
Actualmente la nueva preocupación viene de la mano de la leishmaniasis ; una enfermedad parasitaria diseminada por la picadura de un mosquito infectado. En los casos recientemente confirmados, la misma es producto de perros infectados, que tras la picadura de dicho insecto, el parásito queda en la sangre y cuando el zancudo se alimenta de una persona la misma se contagia.
Los más comunes son la cutánea y la visceral. El tipo cutáneo causa llagas en la piel. El tipo visceral afecta los órganos internos, tales como el bazo, el hígado y la médula ósea. Las personas con esta enfermedad suelen tener fiebre, pérdida de peso y aumento de tamaño del bazo y el hígado.
A ciencia cierta las formas de prevención son pocas y muy simples, pero todas aplicadas conjuntamente demuestran eficacia:
- Evitar que el perro duerma afuera.
- Usar repelente de insectos y mosquiteros.
- Cuidar el medio ambiente en el que estamos; mantenerlos limpios y prolijos.
- Mantener controlada tanto la salud de las mascotas como la propia.
Ahora ya lo sabes, mantenete atento a cómo se encuentre tu perro y a cualquier sintomatología que llegues a presentar vos.