El ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, confirmó planes para presentar al Congreso un proyecto de ley que dará vida a una “moneda digital argentina”. Esta iniciativa se suma a la creciente tendencia mundial de emitir monedas digitales de banco central (CBDC) con el objetivo de reemplazar gradualmente el billete de papel. La noticia se dio a conocer después de que Massa previamente insinuara la posibilidad durante el debate en la provincia de Santiago del Estero, aunque en ese momento, condicionó su avance a su elección como presidente.
Massa enfatizó la urgencia de la medida al afirmar que más de 100 países ya están en proceso de implementar sus propias monedas digitales. Entre los ejemplos exitosos que mencionó se encuentran Noruega y Suecia, mientras que en América Latina, Brasil ha avanzado en la misma dirección.
El gobierno argentino busca que esta propuesta se apruebe en paralelo a un proyecto de ley de blanqueo de capitales que ya ha obtenido dictamen en la Cámara de Diputados, pero aún espera la aprobación final. Según Massa, esta ley permitirá que los ciudadanos que tengan fondos en el extranjero los repatríen y los utilicen sin nuevas cargas fiscales.
¿Qué es una moneda digital de banco central (CBDC)?
Una moneda digital de banco central (CBDC) es una forma electrónica de la moneda emitida y respaldada por el banco central de un país. A diferencia de las criptomonedas privadas, como Bitcoin, las CBDC están centralizadas y son de curso legal, lo que significa que deben ser aceptadas tanto por el sector público como privado para transacciones y pagos.
El valor de una CBDC se establece de manera similar a una moneda tradicional, influenciado por el mercado en un sistema de tipo de cambio flotante o controlado por políticas del banco central en un sistema de tipo de cambio fijo.
Riesgos y oportunidades de las monedas digitales
El FMI reconoce que las CBDC pueden mejorar la resiliencia y la eficiencia de los sistemas de pago, aumentar la inclusión financiera y ayudar a combatir delitos como el lavado de dinero, la evasión fiscal y el narcotráfico. Sin embargo, advierte que, si no se diseñan adecuadamente, pueden generar riesgos para la estabilidad financiera, cuestiones legales y problemas de privacidad de datos.
El seguimiento de las transacciones a través de CBDC también puede ser una herramienta de control gubernamental, lo que preocupa a algunos analistas en el contexto de gobiernos autoritarios.