Ayer no fue un día mas para el hincha de Boca, después de 5 eliminaciones directas con el eterno rival se cortó la racha y los dirigidos por Miguel Ángel Russo avanzaron a las semifinales.
Un partido desvirtuado desde hace 2 días cuando se confirmaban los 15 casos positivos de Covid-19 en el elenco millonario. Bajas sensibles en el 11 titular que seguramente iba a presentar Marcelo Gallardo, entre ellos estaban Armani, Paulo Díaz, De La Cruz, Palavecino y Santos Borré.
Pero el partido se debía jugar, así como jugaron Banfield, Sarmiento e Independiente con situaciones similares o inclusive peores. Si queda claro que es un punto del reglamento que deberá ser revisado a futuro.
Volviendo al partido, ayer Boca tenía la oportunidad de ganar tranquilo el partido, de hecho contó con las situaciones para golear pero no tuvo personalidad ni juego, algo que se viene viendo en los últimos partidos. En cambio River con un equipo diezmado mantuvo su idea, un poco mas cauteloso en el primer tiempo pero en el segundo desplegó su idea en el campo de juego ante un equipo Xeneize que físicamente se lo vió tocado.
Boca se puso en ventaja con un gol que debió ser anulado por una falta de Carlos Tévez sobre Jonathan Maidana, un leve empujón dejó solo al delantero de Boca para definir con una palomita impresionante (aunque la mitad fue con el hombro).
Después del gol Boca contó con 3 o 4 situaciones mas para liquidarlo en el primer tiempo, aunque también Fabra salvó el arco Xeneize ante un fallo de Rossi y una definición a arco vacío de Montiel.
En el segundo tiempo todo parecía seguir igual, el Millonario esperando y Boca intentando atacar, de hecho Boca tuvo un par de situaciones que fueron resueltas de manera magnífica por el joven arquero debutante Álan Díaz.
Promediando el segundo tiempo llegó el empate de River, un gran centro de Angileri y un buen cabezazo de Julián Álvarez ante la pasividad de la defensa Xeneize.
En ese momento por las situaciones generadas parecía injusto, pero a nivel juego y personalidad parecía lógico al mismo tiempo. River terminó el partido inquietando a Boca con muchos jóvenes en cancha.
Sobre el final Álan Díaz (la figura del partido) le contuvo un tremendo remate a Carlos Tévez para ya definir que el partido se iba a la definición desde los 12 pasos, la noche se empezaba a teñir de papelón para Boca y de épica para River.
En los penales el héroe fue Agustín Rossi que le contuvo el remate a Angileri y a Leo Ponzio. Por su parte el pibe Díaz le atajó el penal a Edwin Cardona.
Finalmente Boca sonrió con la definición de Julio Buffarini y cortó la racha de eliminaciones ante el River de Gallardo.
Por Emiliano Videla