Hoy en día pensar en cambiar el auto no es una decisión que deba tomarse rápidamente, a no ser que tengas un presupuesto libre, hay ciertos puntos a tener en cuenta a la hora de adquirir un vehículo. Además de evaluar su utilidad y finalidad, ya que no es lo mismo uno para el campo que para andar en la ciudad.
Hay dos vías disponibles, ambas van ligadas a tu bolsillo. Podés optar por comprar un 0 km o uno usado.
En cuanto a la primera opción, deberás tener en cuenta tu disponibilidad monetaria futura, ya que entre más nuevo sea el automóvil, más pagará de patente, seguro, entre otros.
Tampoco dejes de lado que cuando decidas cambiarlo nuevamente, tiene que ser vendible y “buscado” en el mercado. Y como último punto, pero no menos importante, la disponibilidad de repuestos y fiabilidad de la marca. Hay que asegurarse que el día de mañana, si se rompe, las piezas para arreglarlo se consigan con facilidad.
Y si hablamos de fiabilidad, esto se refiere a la probabilidad de funcionar sin inconvenientes por un determinado período de tiempo en ciertas condiciones de uso.
Ahora abordemos la segunda alternativa, adquirir uno usado. Es aquí cuando debemos ser un poco más críticos y si podemos ayudarnos de la opinión de un mecánico, mucho mejor.
Los puntos primordiales a revisar serían los siguientes:
- Estado general: estética, chapa y pintura, detalles que se aprecien a simple vista, cuidado de tapizados y plásticos, entre otros.
- Kilometraje.
- Cubiertas: Hoy en día su valor es muy elevado dado que no se consiguen.
- Disponibilidad de repuestos.
- Comentarios y opiniones de dueños anteriores en cuanto a mantenimiento.
Si bien este tema es muy amplio, con esta pequeña guía serás mucho más consciente y capacitado a la hora de invertir en un nuevo medio de transporte.