El pasado martes, la cúpula de las fuerzas de seguridad de Córdoba se vio sacudida por un escándalo tras la detención del subjefe de la Policía, Comisario General Alejandro Mercado, acusado de encubrimiento en una causa relacionada con una asociación ilícita. Junto a él, fue detenido Roberto Adrián “Coquito” Monge, y dos de sus hijos, todos involucrados en una red delictiva dedicada a la venta de celulares y neumáticos robados, además del manejo de una financiera ilegal.
La investigación, llevada a cabo bajo el secreto de sumario por el fiscal de Delitos Complejos Enrique Gavier, incluyó 11 allanamientos en diferentes localidades, incluyendo la Ciudad de Córdoba, La Calera, Arroyito, Río Segundo y Lozada. Durante estos procedimientos, “Coquito” Monge fue arrestado en su local de la Galería Norte, un lugar que, además de la venta de celulares, albergaba la financiera ilegal.
“Coquito” Monge, conocido por sus actividades en la venta ilegal de teléfonos, ya había sido vinculado a varios casos judiciales, entre ellos el resonante caso de Lorena Aubán, una farmacéutica de Arroyito víctima de femicidio, donde Monge fue señalado como el comprador del celular de la víctima. Además, fue investigado por la clonación y venta de teléfonos robados, por lo que fue acusado junto a otras 19 personas en el pasado.
En esta ocasión, además de “Coquito,” fueron arrestados sus hijos Maciel Adrián “Manchy” Monge, encargado del negocio de venta de celulares en Arroyito, y Roger Emmanuel Monge, quien mantiene un alto perfil en redes sociales, aunque su rol en la asociación ilícita es menos claro. La hija de Monge, Fiorella del Valle, permanece prófuga de la Justicia y también es buscada por su presunta participación en las actividades delictivas del clan familiar.