Cada 17 de julio, se conmemora el “Día del Emoji”, una fecha que ha ganado popularidad con el tiempo y que hoy suscita el interés de millones de personas en las principales redes sociales y plataformas de internet. Aunque esta festividad no cuenta con un carácter oficial, su impacto es innegable.
Desde finales de los años noventa, cuando los primeros “emojis” aparecieron en la escena digital, estos pequeños símbolos han pasado de ser una curiosidad, a una parte cotidiana e imprescindible de nuestras conversaciones en línea. Inicialmente, fueron concebidos para aclarar el tono de los mensajes escritos, pero con el tiempo se han convertido en una forma creativa y expresiva de comunicarnos. No solo facilitan la comprensión de los mensajes, sino que también amplifican el impacto de nuestras palabras, generando mayor participación y recibiendo más “me gusta”.
La historia detrás del origen es incierta y difusa, pero algunas fuentes lo atribuyen al fundador de la famosa “emojipedia”, mientras que otros lo asocian con la elección de Apple de incluir el emoji de “calendario” en su plataforma.
Es importante destacar que aunque muchos usan “emoji” y “emoticono” como sinónimos, en realidad, son conceptos diferentes. Los emoticonos son símbolos creados con signos de puntuación, como 🙂 , 😉 o 🙁 , que suelen leerse inclinando la cabeza, mientras que los emojis son los dibujos más elaborados y coloridos que se han popularizado en las redes sociales.
A lo largo de los años, la cantidad de “emojis” ha crecido exponencialmente, y en la actualidad, contamos con más de 3.600 de ellos disponibles para utilizar en nuestras conversaciones digitales.