El Banco Central de la República Argentina anunció una nueva reducción en su tasa de política monetaria, pasando del 60% al 50%. Esta medida, comunicada a través de un comunicado oficial, se justifica en el contexto financiero y de liquidez, así como en el rápido ajuste de las expectativas de inflación.
Con esta disminución, los rendimientos mensuales de los plazos fijos también se verán afectados, descendiendo del 5% al 4,2%, aunque aún se mantendrán por debajo de la inflación. Esta acción se produce en medio de un consenso entre consultoras privadas que sugieren una inflación de un dígito para abril, con tendencia decreciente en mayo.
Además, esta medida conlleva una nueva licuación de los pasivos monetarios del Banco Central, impactando en los ahorristas y sus depósitos en los bancos. Asimismo, se espera que la reducción de este stock contribuya al saneamiento del Banco Central y allane el camino para una eventual salida del cepo cambiario.
El Presidente Javier Milei había adelantado esta decisión durante una entrevista radial, señalando que la tasa de interés seguiría descendiendo conforme a la desaceleración de la inflación. Esta es la quinta reducción desde diciembre, adoptada por el Directorio del BCRA en menos de una semana después de reducirla del 70% al 60%.