En una conferencia realizada en Casa de Gobierno, el ministro de Salud de Córdoba, Ricardo Pieckenstainer, anunció que, a pesar del aumento significativo de casos de dengue en la provincia, no se declarará emergencia sanitaria. En su lugar, se implementarán medidas actualizadas para abordar la situación.
El ministro destacó que la emergencia sanitaria implica posponer el cuidado de la mayoría de los pacientes para atender una enfermedad emergente, lo cual podría comprometer la atención de otras dolencias. Según Pieckenstainer, esta estrategia no tuvo buenos resultados durante la pandemia de COVID-19 y se basa en datos concretos para sostenerla.
A pesar de los 14,052 casos reportados en Córdoba, con una tasa de internación inferior al 5% y una tasa de letalidad del 0,1%, el gobierno provincial optó por no declarar la emergencia y, en su lugar, actualizar el protocolo de atención en hospitales públicos.
El nuevo protocolo prioriza la atención de personas gestantes y amplía los horarios de atención en hospitales. Además, se implementará un sistema de triaje en todas las guardias para clasificar los casos según su gravedad, dando prioridad a los pacientes con síntomas graves o signos de alarma.
En cuanto a los recursos, se destinarán 280 millones de pesos a los hospitales para contratar personal y adquirir 30 mil nuevos test de dengue, disponibles a partir de la próxima semana. Sin embargo, aún no se ha determinado si se llevará a cabo una campaña de vacunación contra el dengue, ya que se requieren más datos para evaluar su efectividad y posible interacción con otras vacunas.
El próximo lunes, habrá una reunión con el Ministerio de Salud de la Nación para discutir estrategias adicionales, incluyendo la realización de más testeos y la posible implementación de la vacunación. Además, se intensificarán las medidas de control, incluyendo fumigación espacial, bloqueo de focos y acciones para prevenir la reproducción del mosquito transmisor del dengue en los hogares.