En un gesto protocolar, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, telefoneó al recién electo presidente de Argentina, Javier Milei, para expresar sus felicitaciones por la contundente victoria obtenida en las urnas durante el último balotaje presidencial celebrado el pasado domingo.
La futura ministra de Relaciones Exteriores de Milei, Diana Mondino, compartió detalles sobre la llamada, describiéndola como “muy amable” y destacando que abordaron diversos temas de interés bilateral. Entre ellos, se tocó el delicado asunto de la liberación de rehenes argentinos en Israel, evidenciando la prioridad que el próximo gobierno dará a las relaciones exteriores.
Mondino reveló que durante la conversación también se discutió la capacidad de Argentina para producir energía y alimentos, subrayando la importancia de que cada país prospere. La futura funcionaria resaltó la positiva disposición de Biden hacia el diálogo y la colaboración entre ambas naciones.
Sin embargo, Biden confirmó que no podrá asistir a la ceremonia de asunción de Milei, programada para el próximo 10 de diciembre en Buenos Aires. La cordobesa explicó que el presidente estadounidense expresó sus disculpas debido a compromisos previos, ya que ya tenía programado otro viaje en esas fechas.
Desde antes de ganar las elecciones, el libertario manifestó su alineamiento internacional con Estados Unidos e Israel, y planea visitar ambos países antes de asumir la presidencia. En este sentido, Mondino compartió detalles sobre la comunicación de Milei con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, describiéndola como excelente.
La futura ministra detalló que durante la llamada, Zelensky y Milei discutieron la posibilidad de que Argentina sea la sede de una cumbre de la paz en Latinoamérica y Ucrania, demostrando el interés del nuevo gobierno en participar activamente en asuntos internacionales.
Cabe destacar que Milei ya estableció comunicaciones con varios mandatarios internacionales, incluyendo a Luis Lacalle Pou de Uruguay, Nayib Bukele de El Salvador, Giorgia Meloni de Italia, Emmanuel Macron de Francia y Gabriel Boric de Chile, consolidando así su presencia en el escenario internacional antes de asumir la presidencia.