La inflación de Argentina se disparó al 12,4% en agosto, su nivel más alto en 32 años, según datos oficiales publicados el miércoles.
La variación interanual de los precios al consumidor fue del 124,4%, lo que representa un aumento de 10,1 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
El aumento de los precios se debió principalmente al impacto de la devaluación del peso argentino, que se produjo el 14 de agosto. El peso perdió un tercio de su valor frente al dólar estadounidense en las primeras horas después de la devaluación.
Los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas fueron los que más subieron en agosto, con un incremento del 15,6%. Los precios de la salud y el equipamiento y mantenimiento del hogar también aumentaron significativamente, un 15,3% y un 14,1%, respectivamente.
El Gobierno argentino ha tomado una serie de medidas para tratar de controlar la inflación, entre ellas la reducción de los impuestos a la exportación de alimentos y el aumento de las tasas de interés.
Sin embargo, los analistas creen que la inflación seguirá siendo alta en los próximos meses, ya que el peso argentino seguirá débil y la economía del país seguirá creciendo a un ritmo lento.
Impacto de la inflación
La alta inflación tiene un impacto significativo en la Argentina. Los hogares tienen que gastar más dinero en alimentos, transporte y otros bienes y servicios básicos. Esto reduce su poder adquisitivo y puede conducir a una disminución del consumo y la inversión.
La inflación también puede provocar una mayor desigualdad, ya que los hogares con ingresos más bajos suelen ser los más afectados.
Proyecciones para el futuro
Los analistas creen que la inflación seguirá siendo alta en los próximos meses, ya que el peso argentino seguirá débil y la economía argentina seguirá creciendo a un ritmo lento.
Sin embargo, también creen que la inflación comenzará a disminuir en 2024, a medida que el Gobierno argentino tome medidas más efectivas para controlarla.