El acampar siempre fue una forma de abaratar costos a la hora de vacacionar. Sin embargo, hace más de 20 años era una idea que venía en declive y es que los turistas se inclinaban más por las cabañas en los Valles Serranos.
No obstante, este verano pareciera darle la revancha a los campings que ofrecen ese servicio de “alojamiento”.
Con un precio que ronda desde los 800 a los 1.600 pesos por persona, esta alternativa recupera terreno.
Si bien los costos pueden variar según los servicios que se ofrezcan, la diferencia a la hora de comparar con el alquiler de una cabaña, hotel o similar es muy notoria. Por lo que los campings no solo permiten rebajar el presupuesto de las vacaciones, sino que además otorgan a los turistas la posibilidad de quedarse por más tiempo.
En general, brindan energía eléctrica, wifi, baños comunitarios, quinchos, como también, almacenes de comidas y bebidas, lavandería, piletas y área de juegos.
Pese a que el precio puede ser muy atrayente, acampar no es para todos. Compartir un espacio reducido a la hora de dormir y cambiarse, renunciar a algunas comodidades diarias y más. Para algunos es toda una experiencia, para otros termina siendo una tortura.