En una inesperada y conmovedora muestra de determinación, el reconocido actor Pablo Alarcón se ha situado en el epicentro del panorama nacional al llevar a cabo un llamativo espectáculo teatral en la emblemática Plaza Francia de Buenos Aires. La elección de realizar una función a la gorra del aclamado monólogo “El discurso de la servidumbre voluntaria” ha resonado en todo el país, no solo por la potencia interpretativa del artista, sino también por las poderosas palabras que pronunció en su interacción con el público y con los medios.
Al encontrarse en una situación de falta de empleo formal, Alarcón decidió encarar de frente la difícil realidad de muchos artistas en Argentina, sumergiéndose en la presentación de esta obra frente a una multitud que se congregó en la icónica plaza. En un diálogo exclusivo con Noticiero Doce, el protagonista compartió su perspectiva sobre la genuina situación de los actores en el país y, con notable valentía, se aventuró a abordar temas políticos.
Consultado acerca de su elección de llevar a cabo un espectáculo en plena vía pública, Alarcón manifestó: “La gente tiende a pensar que todos los actores nadan en riqueza. Pero, en realidad, no somos más que unos pocos. Luego viene la clase media, y después está la clase media en situación precaria”.
“Formo parte de una comunidad que depositó todos sus ahorros en los bancos y perdió todo en un instante. Esa soy yo. Poseo mi apartamento, mi automóvil, mis hijas que se han convertido en profesionales destacadas, aunque una haya tenido que abandonar el país y la otra se mude al interior”, confió.
Y añadió con firmeza: “Nos encontramos profundamente heridos. Somos una comunidad que está sufriendo mucho: entre un 90%, 80% o 70% no tiene oportunidades laborales. Es hora de recuperarnos y empezar a generar nuestras propias producciones”.
Cuando se abordó el tema del papel de los actores en la arena política, el intérprete expresó: “Hay quienes argumentan que los actores no deberían involucrarse en política. Yo sostengo que los actores no deberían asociarse con políticos corruptos”.
El inusual y emotivo espectáculo de Alarcón no solo ha resaltado la lucha y la resiliencia de la comunidad artística en un momento de dificultades económicas, sino que también ha puesto de manifiesto la profunda reflexión sobre el papel de los artistas en la vida pública y política del país. Su valiente y honesta postura seguramente continuará generando debates y conversaciones en toda la nación.