El fútbol argentino es hermoso, siempre lleno de sorpresas. Podemos quejarnos de las irregularidades reglamentarias, de los formatos exóticos, del promedio, de los árbitros, etc, pero siempre hay algo sorprendente en las definiciones.
Tal es el caso de Patronato de Paraná, que perdió la categoría por los promedios, un arrastre de malas campañas de los dos años anteriores. ¿Podemos hablar de injusticia? tal vez si, tal vez no, porque lo cierto es que a pesar de haber terminado décimo de 28 equipos el reglamento dice que le tocó descender, por ende es difícil hablar de injusticia.
Pero volviendo al tema en cuestión, Patronato derrotó a Talleres por la mínima, con un gol de carambola, raro, exótico, impensado como nuestro fútbol argentino.
El partido fue el famoso “un tiempo para cada uno” teniendo Talleres las situaciones más claras pero sin concretar. Ambos equipos iban al frente, partido digno de una final de copa.
El “Patrón” se impuso por el gol de Banegas que dictaminó que Patronato sea el campeón, clasifique a la Copa Libertadores 2023 y de yapa también a jugar contra Boca Juniors (Campeón de Liga 2022) la Supercopa Argentina nada más y nada menos que en Abu Dhabi en enero de 2023.
Cómo aquella vez pasó con Tigre que descendió y luego fue Campeón, un equipo de la Primera Nacional jugará la Copa Libertadores.