El presente Protocolo rige en las circunscripciones eclesiásticas de la Región Centro, a saber: Arquidiócesis de Córdoba; Diócesis de Río Cuarto, Villa María, Cruz del Eje y San Francisco; y Prelatura de Deán Funes. Disposiciones generales
- Los obispos disponemos que siga vigente la dispensa del precepto dominical. A
las personas en situación de riesgo les recomendamos que eviten salir de sus
domicilios. - Se sugiere la lectura cotidiana de la Palabra de Dios, la oración en las casas, la
participación en las celebraciones y otras iniciativas pastorales que se realizan
por los medios de comunicación y por streaming. - Los templos se abrirán para la oración personal y las celebraciones según las
disposiciones de la competente autoridad pública (cf. Protocolo COE, anexo 58:
Iglesias y cultos 2, 13 de mayo 2020). - Mientras dure la emergencia sanitaria, incluso en fases más flexibles del aislamiento, la participación litúrgica será necesariamente limitada en número, tiempo
y desarrollo de la liturgia. El uso del espacio interior de nuestros templos debe
hacer posible la distancia social requerida. - Los templos deben estar cuidadosamente desinfectados, limpios y ventilados. Al
final de cada celebración se deben desinfectar bancos, reclinatorios, sillas y otros
objetos litúrgicos. De manera especial, se pide mantener la higiene de los micrófonos, que pueden ser cubiertos con algún tipo de film para su limpieza y reemplazo al finalizar la celebración. Hay que evitar la manipulación de los objetos,
cuidando siempre el lavado de manos. - En la medida de lo posible, los templos han de tener bien delimitadas las puertas
de ingreso y egreso. En el ingreso se debe disponer de una alfombra embebida
en cloro para la desinfección del calzado. Igualmente, se ha de disponer de soluciones desinfectantes para las manos de quienes ingresen y egresen del templo. - Es conveniente recordar a los fieles que no podrán ingresar a los templos quienes presenten síntomas de la enfermedad, tengan una temperatura corpórea de
37,5º o superior, o hayan estado en contacto con personas afectadas del SARSCoV-2 en días previos. - Las pilas de agua bendita deben estar vacías. Se recomienda también no tocar
las imágenes sagradas (de no poder retirarlas o cubrirlas, se recomienda poner
carteles indicadores). Tampoco dejar hojas o libros con cantos, oraciones u otros
subsidios para la liturgia o la piedad. - Tanto para la oración personal, el encuentro con el sacerdote o la eventual
participación en la liturgia, se encarece a los fieles las medidas higiénicas y
sanitarias que recomienda la autoridad pública para la presente emergencia,
especialmente el uso de tapaboca que cubra boca y nariz.
APÉNDICE N°1- ANEXO 58 – PROTOCOLO CULTOS E IGLESIAS
2 – 4 - Los/as sacristanes/as deberán utilizar siempre el tapaboca, y tendrán un especial
cuidado en la limpieza de los vasos sagrados y objetos para el uso litúrgico.
Antes de tocar las hostias para el relleno de los copones deberán lavarse y/o
desinfectarse las manos. - En las localidades que se encuentran en fases más restrictivas del
aislamiento, y hasta tanto se mantenga esta calificación de la autoridad pública,
rigen las siguientes disposiciones:
a. Los templos se pueden abrir para la oración individual según las normas
oportunamente determinadas por el COE.
b. También están habilitados para que los ministros ordenados celebren el
sacramento de la Penitencia y puedan ofrecer acompañamiento espiritual
a los fieles.
c. En todos los casos, se han de seguir las normas de higiene y seguridad
sanitaria establecidas oportunamente. - En las localidades que se encuentra en fases de mayor flexibilización del
aislamiento, y mientras se mantenga esta situación, rigen las siguientes
disposiciones:
a. La asistencia a los templos no podrá superar la mitad de su capacidad,
asegurando además la distancia social requerida entre las personas de
dos (2) metros. En la puerta del templo debe estar informado cuántas
personas pueden entrar.
b. Es conveniente contar con voluntarios que abran y cierren las puertas de
los templos, ayuden en la ubicación de las personas, se respete la
distancia y velen para que no se supere el número permitido de asistentes.
c. Los fieles utilizarán tapaboca que cubra nariz y boca durante toda su
permanencia en el templo y mientras dura la celebración. Se recomienda
que cada fiel se procure alcohol en gel u otro desinfectante para su propia
higiene.
d. En la medida de lo posible, las puertas se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para evitar el uso de picaportes o tocarlas
con las manos.
Disposiciones para la celebración de la Eucaristía - Se ha de reducir al mínimo la presencia de concelebrantes, ministros y otros servidores de la liturgia. En el presbiterio siempre se ha de mantener la distancia
prevista entre las personas. Salvo el que preside, los demás concelebrantes y ministros tiene que usar el tapaboca. Evitar las concelebraciones. - Cuando presidan sacerdotes en situación de riesgo, se sugiere que, para la
distribución de la comunión a los fieles, se busque otro ministro.
APÉNDICE N°1- ANEXO 58 – PROTOCOLO CULTOS E IGLESIAS
3 – 4 - Para el servicio del canto, se ha de evitar la presencia de coros. Basta uno o dos
personas que animen el canto litúrgico, incluido quien eje- cuta un instrumento
(guitarra u órgano). - Se recomienda que la duración de la Eucaristía no se prolongue excesivamente.
Recomendamos 35 minutos en las Misas semanales y 45 minutos en las Misas
de domingo y fiestas. - No se ha de pasar la canasta para la colecta en el ofertorio. Se ofrecerán lugares
seguros (alcancías u otros recipientes), para que los fieles depositen su ofrenda
al concluir la celebración. - El sacerdote ha de higienizarse las manos antes de la presentación de las ofrendas y de la comunión con alcohol en gel o similar. De la misma forma, los minis –
tros que distribuyan la sagrada comunión han de higienizarse las manos antes y
después de cumplir este oficio. Se recomienda que uno y otros, antes y después
de la celebración, se laven las manos con agua y jabón. - En el momento de la presentación de los dones, las ofrendas y los vasos sagrados deben estar ya próximos al altar. No se ha de realizar la procesión de ofrendas.
- Las ofrendas estarán siempre cubiertas por la palia o por otros medios adecuados.
- Se seguirá omitiendo el saludo de la Paz.
- El diálogo individual de la comunión (“Cuerpo de Cristo”. “Amén”) se pronunciará
de forma colectiva después de la respuesta: “Señor no soy digno…”. La comu –
nión a cada participante se hará en silencio, solo con el eventual acompañamiento del canto. En línea con la sugerencia realizada por la Conferencia Episcopal
con anterioridad, se mantiene la recomendación de que la comunión eucarística
se distribuya solamente en la mano. - Para la distribución de la comunión, los ministros (incluidos los ordenados) usarán tapaboca.
- En las concelebraciones, la comunión con el cáliz se puede hacer de dos maneras: 1) un cáliz para cada concelebrante, y 2) por intinción. En caso de necesi –
dad, solo el sacerdote que preside beba del cáliz, comulgando los demás con la
sola especie del Pan. - Al finalizar la celebración se procure una salida ordenada de la asamblea. Evítese la aglomeración de personas en la puerta y en el atrio.
Disposiciones para otros sacramentos y celebraciones - Para la celebración del sacramento de la Reconciliación, además de la distancia
social, el sacerdote y el penitente han de usar la tapaboca. Evitar todo contacto
físico. Se recomienda reiterar la higiene de las manos y la limpieza de las superficies al concluir la celebración. No es aconsejable el uso del confesonario.
APÉNDICE N°1- ANEXO 58 – PROTOCOLO CULTOS E IGLESIAS
4 – 4 - Para el Bautismo se ha de usar el rito breve. Evítense los bautismos múltiples y
siempre fuera de la Misa. Úsese un recipiente de tal forma que el agua no retorne
a la pila bautismal. Las unciones se pueden hacer con un algodón o un hisopo
desechables. Ha de omitirse el rito del “Efetá”. Los participantes deben seguir las
indicaciones de distanciamiento social, tapaboca e higiene. - Para la Confirmación sugerimos diferirlas hasta que sea factible.
- Para el Matrimonio se pide que los anillos solo los manipulen los contrayentes.
- Para la Unción de los enfermos se ha de usar el rito breve. Se ha de evitar todo
contacto físico salvo la unción. La unción se haga con un algodón o un hisopo
desechables. En caso de administrar la unción a enfermos del COVID, úsense
las medidas de seguridad sanitarias recomendadas. Se recomienda a los
sacerdotes en situación de riesgo que, de no ser indispensable, deleguen en otro
el sacramento a enfermos con COVID. En caso de realizarse seguir las
indicaciones de los profesionales de la institución sanitaria (especialmente a los
enfermos de COVID). - Para la celebración de las Exequias se han de tener en cuenta las normas de las
autoridades locales para los servicios funerarios. En templos y cinerarios se han
de aplicar las mismas normas que para las otras celebraciones (uso de tapaboca
o tapaboca, higiene, distancia social, brevedad, etc.). Aunque sea un momento
de dolor, es importante evitar contactos físicos. - Los Ordinarios procurarán que estas disposiciones sean difundidas por los medios oportunos. Se recomienda que las principales disposiciones estén visibles
en los templos.
