En un revés judicial para los ocho rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, se rechazaron sus intentos de voltear la causa, basándose en acusaciones de falsificación de las actas de las primeras indagatorias. El abogado Hugo Tomei, representante de los condenados, había iniciado una denuncia argumentando que las indagatorias se realizaron de manera apresurada y que hubo una imputación colectiva en su contra.
Sin embargo, el juez de garantías David Leopoldo Mancinelli, a cargo del caso, rechazó la recusación presentada por Tomei, argumentando que las acusaciones ya habían sido analizadas y resueltas por diversos órganos jurisdiccionales. Según los jueces de la Cámara, en lo penal de Dolores, se ha establecido la plena validez de las declaraciones realizadas durante las indagatorias, lo que desestima la denuncia de falsificación presentada por la defensa.
Esta decisión judicial implica un revés para los rugbiers condenados, ya que se desestima la posibilidad de declarar la nulidad de las indagatorias y cuestionar el inicio de la causa. Además, podría tener implicaciones en el resto del proceso, incluso en las condenas ya impuestas.
Los ocho rugbiers continúan detenidos en el penal de Melchor Romero, a la espera de la resolución de la Cámara de Casación Bonaerense, que deberá ratificar o modificar las penas impuestas por el crimen de Fernando Báez Sosa. La decisión de la Cámara será determinante para el futuro de los condenados en este caso que ha conmocionado a la sociedad.