No es ninguna novedad que varios son los trabajos con exigencias desmedidas y condiciones laborales no óptimas.
El caso de un hombre, que por más de 12 años ofreció sus servicios a una entidad bancaria de Río Cuarto no es la excepción. Las exigencias impuestas en su labor eran “descomunales”, estando la víctima inmersa en un ambiente de trabajo hostil.
Estar constantemente expuesto a lo antes mencionado, le fue generando cada vez mayor estrés, hasta que terminó con una patología psicológica llamada el síndrome de burnout ( patología asociada al agotamiento mental, emocional y físico)
Por ello su abogada, apelo en el juicio que la ART debería indemnizar a su cliente, ya que la enfermedad fue causada en su trabajo y a causas del mismo. Dejándolo con incapacidad y secuelas para el resto de su desenvolvimiento diario.