Las historias sobrenaturales y de fantasmas pueden ser o no fundamentadas con “evidencia”, pero al final todo se basa en creer o no creer.
Ayesha Wilson-Bent tiene 36 años y es la madre de dos muchachos, Gabriel y Kristian. Uno de sus hijos le envió una foto que ambos se sacaron en la que detrás de la cabeza de uno de ellos, aparece la cara de una niña fantasma. Toda la familia quedó en shock luego de ver la imagen.
Kristian estaba mirando las fotos que había tomado aquella tarde, cuando vio algo. Al momento de aumentar el brillo de la imagen, la cara de la niña fantasma se pudo ver perturbadoramente clara.
Cuando se la mostraron a su madre, ella pensó que la habían editado para hacerle una broma. Pero ambos chicos juraron no haber retocado la imagen. Kristian, de 14 años, tuvo tanto miedo la noche en la que descubrieron la cara en la foto que debió dormir en el cuarto de su madre.