Matías Agustín Rojas cumplió dos sueños únicos de un solo tirón, el joven viajó a París para participar allí del Mundial de Peluqueros y de paso, entregarle un regalo a su ídolo, quien es ni más ni menos que Messi, el 10 de la Selección Argentina, un bombo personalizado con una gigantografía de Leo.
Matías luego de recorrer 10 kilómetros en una bicicleta llegó a su destino, la casa de los Messi, lamentablemente el 10 no estaba, pero el fan fue atendido por su esposa Antonella Rocuzzo, quien recibió el presente garantizando que su viaje no habría sido en vano, sino que el mejor del mundo después lo recibiría.
Finalmente el santiagueño no solo conoció al jugador, sino que además su equipo se llevó el quinto lugar en el Mundial de Peluqueros.