A partir de que la Ley de Alquileres entró en vigencia, la controversia alrededor de la misma fue en aumento. Las actualizaciones para algunos, o más bien la gran mayoría de los inquilinos, eran impagables.
Por lo que actualmente desde el ministerio de Economía ya tomaron la decisión de suspenderla.
La problemática fue tratada esta semana entre el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, quienes analizan las alternativas para poner un punto final a la ley que regula el mercado arrendatario.
Desde el momento en que la ley entró en vigencia generó dos grandes cambios: extender la duración de los contratos de dos a tres años y convalidar una sola actualización anual del valor mensual del alquiler de acuerdo a un índice que combina la evolución de los salarios y la inflación.
Sin embargo, como era de esperarse ante la incertidumbre de los propietarios, uno de los primeros efectos indeseados fue una suba por encima de la inflación para los nuevos contratos. Apenas unos meses después, el mercado inmobiliario ofrecía menos propiedades en alquiler y a precios ciertamente más elevados. Esto hizo que se comenzaran a plantear cambios.
Así mismo, desde la entrada en vigencia de la Ley, ya se presentaron unos 30 proyectos legislativos en el Congreso para modificarla o derogarla, de los cuales ninguno tuvo éxito.
Para la oposición, el plazo y los índices de actualización, eran los temas centrales a modificar con opciones como volver al plazo de dos años de contrato y ajustes semestrales acordados por las partes según diferentes índices.
Si este año se decide que el tema vuelva a ser tratado por el Congreso, no debería volver a pasar por comisión, ya que según explicaron fuentes legislativas, el dictamen de comisión se sostiene porque la conformación actual de la Cámara baja es la misma del año pasado.