En un movimiento audaz que ha sacudido los mercados financieros, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) avanzó con una significativa devaluación del peso, llevando al dólar oficial a un sorprendente valor de $365,5 por unidad. Esta medida, que representa un salto del 21,8% en la cotización oficial, llega como respuesta directa a los resultados de las recientes Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que arrojaron un inesperado triunfo para el candidato de Libertad Avanza, Javier Milei.
Miguel Ángel Pesce, al frente de la autoridad monetaria, ha impulsado esta estrategia de devaluación como parte de un enfoque alineado con las directrices del Fondo Monetario Internacional (FMI). La institución financiera internacional ha presionado por una depreciación del peso como un paso clave para asegurar los próximos desembolsos en el marco de las negociaciones con Argentina.
El aumento del dólar no viene solo, ya que se acompaña de una drástica subida en las tasas de interés. Las tasas experimentarán un incremento de 21 puntos, elevándolas al 118% anual, según han confirmado fuentes del mercado. Esta medida busca estabilizar el panorama económico y financiero en medio de la volatilidad que ha surgido tras las PASO.
Los mercados financieros respondieron con turbulencia a este anuncio del BCRA. Los activos financieros argentinos han experimentado una jornada de importantes caídas en línea con los resultados electorales. Javier Milei, candidato de Libertad Avanza, ha sorprendido al posicionarse como el más votado en las PASO, relegando a Juntos por el Cambio y Unión por la Patria a un ajustado segundo y tercer puesto, respectivamente.
Los títulos de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street, conocidos como ADR, han sido especialmente impactados por la noticia. Los bancos, en particular, han liderado las pérdidas: Banco Macro ha sufrido una disminución del 15%, mientras que Galicia y Supervielle han experimentado caídas del 16% y 14,6%, respectivamente.
La incertidumbre económica y política que rodea estas elecciones ha inyectado volatilidad en los mercados, generando una dinámica desafiante para los inversores y las instituciones financieras. Las próximas semanas serán cruciales para observar cómo evoluciona la situación económica en el país y cómo los diferentes actores del mercado responden a estos movimientos.