Tras la muerte de La Reina Isabel II, su primogénito, Carlos de Gales, se convirtió en el nuevo rey y asumió el nombre de Carlos III.
Como heredero recibió el título oficial de duque de Cornualles en 1952 y el de príncipe de Gales, en 1958, y ahora, el título mayor, el de rey.
Las palabras del nuevo soberano a la hora de asumir y respecto a la muerte de su madre fueron:
“La muerte de mi amada madre, Su Majestad la Reina, es él momento de mayor tristeza para mí y para todos los miembros de mi familia”.
“Lamentamos profundamente el fallecimiento de una querida soberana y una madre muy querida. Sé que su pérdida se sentirá profundamente en todo el país, los Reinos y la Mancomunidad Británica y por innumerables personas de todo el mundo”.