El consumo de alimentos contaminados puede derivar en enfermedades.
Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) son provocadas por el consumo de comestibles, incluida el agua, que se encuentran contaminados con microorganismos generados por las mismas o también por sustancias químicas como plaguicidas o contaminantes ambientales.
Desde el Departamento de Zoonosis del Ministerio de Salud, recuerdan las cuatro claves que podemos aplicar en casa para mantener la inocuidad de los alimentos, es decir, para que no hagan daño a nuestra salud:
- Mantener la limpieza: lavarse las manos antes de manipular los ingredientes y a menudo durante la preparación. También es importante desinfectar las superficies y equipos usados junto con los alimentos.
- Separar alimentos crudos y cocinados: es necesario cuidar que no haya contaminación cruzada entre los alimentos. Separar las carnes de los demás ingredientes, así como los equipos y utensilios con los que se manipulan.
- Cocinar completamente los alimentos: especialmente carne, pollo y pescado. Previo a la cocción de verduras, hay que asegurarse de lavarlas con agua segura. Además de hervir los alimentos como sopas y guisos, para asegurarse que alcanzaron los 70°C.
- Mantener los alimentos a temperaturas seguras: no se deben dejar los alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de 2 horas. Colocarlos en la heladera lo más pronto posible y no descongelarlos a temperatura ambiente, hacerlo mejor en una bandeja en la heladera, usar el microondas o cocinarlos directamente. Una vez descongelados no deben volver a congelarse.
Las ETA constituyen un amplio abanico de dolencias y representan un problema de salud pública en todo el mundo. Los síntomas suelen aparecer en general a pocas horas o días después de ingerir los alimentos, y varían de acuerdo al tipo de agente responsable (microorganismos, toxinas, sustancias químicas), a la cantidad de comida o bebida contaminada que se haya consumido, o al estado de salud de cada persona.