Diez estudiantes del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) se llevaron el primer puesto en la CanSat Competition 2025, una competencia internacional de ingeniería aeroespacial organizada por la American Astronautical Society (AAS), con apoyo de la NASA. El evento se llevó a cabo del 3 al 9 de junio en Virginia, Estados Unidos.

El equipo argentino fue el único representante de América del Sur en esta edición y alcanzó la puntuación más alta entre más de 40 universidades participantes de distintos países.
La competencia: un satélite en miniatura
La CanSat Competition propone el diseño, construcción y puesta en marcha de un satélite del tamaño de una lata de gaseosa. El dispositivo debe ser lanzado a 700 metros de altura y descender de forma controlada, transmitiendo datos como temperatura, presión y velocidad en tiempo real. También debe capturar imágenes durante el vuelo y contar con un software propio para analizar la información recopilada.
El satélite diseñado por los estudiantes del ITBA cumplió con todos los requisitos técnicos establecidos por la organización, tanto en las fases previas como en la etapa final.
Un equipo interdisciplinario
El grupo estuvo conformado por estudiantes de distintas carreras: Ingeniería Mecánica, Electrónica, Industrial, Informática y Bioingeniería. El proyecto comenzó como una iniciativa extracurricular en enero de este año y se dividió en subgrupos encargados de estructuras, hardware, software y logística.
Según explicó Santiago Bolzicco, quien coordinó al equipo, el trabajo se desarrolló con un enfoque colaborativo y con alto nivel de organización interna.

Participaciones anteriores
El ITBA ya había participado en ediciones anteriores de la CanSat Competition, siendo finalista en 2021, 2022 y 2024. En esta edición, el equipo logró un 99 % de cumplimiento técnico en las etapas iniciales, lo que le aseguró un lugar entre los cinco mejores antes de viajar a Estados Unidos.
Durante la prueba final, el satélite respondió correctamente a todos los parámetros establecidos, lo que permitió alcanzar la mayor calificación general del certamen.
Esta participación volvió a colocar al equipo argentino entre los principales referentes universitarios en el área de ingeniería aeroespacial a nivel internacional.