El Banco Central de la República Argentina (BCRA) está considerando la creación de billetes con valores significativamente más altos que los actuales. Esta medida surge como respuesta a la pérdida progresiva del poder adquisitivo de la moneda nacional y la necesidad de optimizar el manejo logístico de los billetes de baja denominación.
Actualmente, el billete de mayor valor en circulación es el de 2 mil pesos, introducido a mediados de este año. Sin embargo, su equivalencia en dólares es apenas de US$2, de acuerdo con el cambio oficial, y su capacidad de compra se ve amenazada por el constante aumento de la inflación.
La nueva administración del BCRA, liderada por Santiago Bausili, contempla la emisión de dos nuevos billetes, con denominaciones de 20 mil y 50 mil pesos. Estos billetes podrían entrar en circulación en un plazo de seis a nueve meses, según fuentes del propio banco. Aunque algunas voces sugieren que podrían ver la luz en marzo de 2024.
Uno de los motivos que impulsan esta decisión es el costo que implica a los bancos almacenar y gestionar billetes de tan bajo valor, considerando la devaluación constante de la moneda. Esta medida no solo busca paliar el impacto de la inflación en el día a día de los ciudadanos, sino también optimizar la logística financiera del sistema.
Sin embargo, esta iniciativa se enfrenta a desafíos adicionales, ya que la Casa de la Moneda, encargada de la producción de los billetes, se encuentra actualmente sin un presidente designado. Ángel Elettore, su último titular, presentó su renuncia, dejando un vacío en la dirección de la entidad. Por el momento, solo produce papeles de 1.000 y 2 mil pesos, lo que podría ralentizar la implementación de la propuesta del BCRA.
La evolución de esta propuesta dependerá no solo de las decisiones del Banco Central, sino también de los desafíos logísticos y administrativos que enfrenta el sistema financiero argentino.