Desde siempre se ha dicho y escuchado los temibles efectos del café en el cuerpo, sin embargo, pocas son las veces que se habla de sus beneficios. Por lo que hoy te queremos contar un poco más lo buena que esta infusión puede ser para tu cuerpo.
Hoy en día el café no es solo un líquido a ingerir, para muchos significa un ritual, ya sea desde tomarlo con amigos en una reunión, levantarse y preparar el café de la mañana para arrancar con pilas, el que tomamos después de comer con algo dulce, entre otras. Por lo tanto, considerarlo como “peligroso” es algo que alarma a muchos.
Al igual que con cualquier alimento o bebida, todo recae en cuanto se consume de los mismos y en intentar ser equilibrados.
Podemos tomar dos tazas de café al día y este puede traer múltiples beneficios en tu vida, caso contrario si ingerís más de 4 diariamente.
Puntos a favor del café:
- Es un estimulante del sistema nervioso central. La cafeína bloquea la acción de la adenosina – un transmisor nervioso que produce calma y tranquilidad – provocando una sensación de euforia y fuerza durante algunas horas.
- Aumenta el estado de alerta y de agitación. Gracias a este alimento, se incrementa la actividad cerebral a través de diferentes neurotransmisores. Además, el café hace que mejore nuestro tiempo de reacción, la memoria y el estado de ánimo y de vigilia.
- Aporta antioxidantes naturales. Es una gran fuente de antioxidantes fenólicos, tales como los ácidos clorogénicos y cafeicos. Estos protegen al organismo de la oxidación celular y los posibles daños provocados por los radicales libres.
- Tiene efecto diurético. La cafeína aumenta el flujo sanguíneo hacia los riñones, reduciendo así la absorción de agua y de sodio, por lo que ayuda a eliminar los líquidos.
- Es digestivo. Tomarlo después de comer facilita la digestión porque la cafeína estimula la secreción gástrica.
- Protege contra muchas enfermedades. Se ha demostrado que el consumo moderado reduce el riesgo de padecer hipercolesterolemia y, en pequeñas dosis, también disminuye el daño físico en enfermedades crónicas como el Parkinson y el Alzheimer. Además, tiene una actividad inhibidora contra la diabetes de tipo 2.
En definitiva, el papel de esta bebida puede ser tan saludable como perjudicial, todo depende de la persona que lo ingiera y, por supuesto, de la moderación con la que se consuma.