En el transcurso de apenas un año, la participación de menores de 18 años en delitos se disparó en la provincia de Córdoba, reveló un estudio realizado por el Centro de Gestión Estratégica y Estadísticas del Poder Judicial de la región.
Durante el 2022, se registraron 1.788 casos penales en los que 1.811 adolescentes menores de edad se encontraban entre los acusados, marcando un aterrador aumento del 37% en comparación con el año precedente, donde los expedientes similares sumaron 1.307. El epicentro de la problemática se concentra mayormente en la ciudad de Córdoba, representando el 55% de los casos analizados.
Entre los datos destacados en el estudio, se reveló que el 86% de los adolescentes acusados son varones. Más preocupante aún es que el 55% de los involucrados tenían menos de 16 años al momento de la acusación, una franja etaria que, bajo la ley, se considera no punible, lo que lleva a que el 47% de los acusados apenas pasara 30 días privados de su libertad.
Uno de los aspectos más inquietantes es que la mitad de los jóvenes implicados confesó consumir algún tipo de sustancia psicoactiva. Los delitos contra la propiedad, principalmente robos, constituyen el 52% de los casos.
El informe subraya la complejidad de la situación y enfatiza la necesidad de un análisis continuo y estratégico para abordar los desafíos del sistema de justicia juvenil en la provincia.
Aunque aún no se disponen de datos concretos para el año 2023, fuentes judiciales y de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) advierten sobre un aumento constante de este tipo de casos en la provincia en los últimos meses, destacando la situación social como un factor determinante en este incremento.
En cuanto a la reincidencia, el estudio destacó que el 28% de los jóvenes ya había cometido actos delictivos con anterioridad al 2022. Además, se señaló que casi tres de cada diez jóvenes judicializados en la actualidad no están escolarizados, lo que agrega una capa de complejidad a la situación.
