En medio de un escenario de incertidumbre, los automovilistas de Córdoba comienzan a experimentar la escasez de combustible, principalmente de la variante súper, la más demandada en la provincia. La situación, que ha venido gestándose en los últimos meses, se ha agravado significativamente en las últimas semanas, según señalan fuentes de estaciones de servicio locales.
Julio Kademian, responsable de una cadena de estaciones en la región, puntualizó que la carestía comenzó a afectar también otros tipos de combustibles, como el diesel y la nafta premium, aunque por el momento se mantiene cierto abastecimiento de súper. “Desde las elecciones Paso, esta problemática ha escalado”, destacó el empresario.
En un escenario que se replica en diversas provincias del país, Raúl Castellanos, titular de la Cámara de Empresarios de Combustibles, explicó que el desabastecimiento tiene sus raíces en el congelamiento de precios, lo que ha llevado a las petroleras a restringir entregas, alegando que parte del combustible es importado y los precios están desfasados.
Alejandro Di Palma, coordinador de Expendedores Autoconvocados, subrayó que este fenómeno afecta a nivel nacional, pero ha golpeado con mayor fuerza en localidades más pequeñas del interior, donde la presencia de estaciones de servicio es limitada. “En las ciudades grandes, el cliente puede buscar en otra estación y encontrar, pero en los pueblos, donde hay una sola, es más problemático”, sostuvo.
Por otro lado, se ha planteado la posibilidad de suspender las ventas de combustible con tarjetas de crédito, una medida que surge en el contexto de una alta inflación y precios de combustibles congelados. Según Di Palma, actualmente están financiando las ventas a 30 días con un costo del 13%, una carga que los comerciantes consideran insostenible.
Esta preocupación se acrecienta ante la posibilidad de un aumento significativo de precios tras las elecciones programadas para el 22 de octubre. Cabe recordar que en agosto, después de tensas negociaciones entre el Gobierno nacional y las petroleras, se oficializó el último aumento del 12,5%, aunque tanto Shell como Puma habían realizado ajustes unilaterales al margen del acuerdo de Precios Justos.
En los últimos días, se ha observado un incremento no autorizado en los precios por parte de Shell y Axion, a pesar de que el congelamiento estaba previsto hasta finales de octubre. El 10 de septiembre, Axion subió un 2,5% en el precio de surtidor, seguido de un ajuste del 2% por parte de Shell esta semana, según detalla Castellanos, evidenciando un desvío respecto a los acuerdos previos.