En un giro sorpresivo, el Gobierno de Córdoba emitió una intimación a la Nación, amenazando con emprender acciones legales si no se regulariza el pago de los subsidios correspondientes al mes de septiembre. Este reclamo surge tras la notificación de que diez provincias del país han recibido las sumas correspondientes, mientras Córdoba ha sido excluida.
La cuantiosa cifra en juego ronda los 1.400 millones de pesos, según fuentes oficiales. El secretario de transporte provincial, Franco Mogetta, subrayó que este desaire se originó en la exigencia de implementar el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE), una medida que, según la Provincia, no debería llevar a la penalización de los subsidios, ya que es una responsabilidad que recae en el gobierno nacional.
Mogetta expresó su consternación ante esta situación: “Cambiaron las reglas de juego a mitad de camino con la penalidad por no tener la SUBE, cuando es responsabilidad del gobierno nacional”. Asimismo, añadió que Córdoba cumplió con sus obligaciones, incluso presentando la Adenda IV del Convenio del Fondo Compensador en tiempo y forma, así como la documentación necesaria para implementar la SUBE en seis municipios.
Además de la intimación, desde la Provincia se destacó que el gobierno central no ha cumplido con reglamentar el Consejo Federal, creado por Ley de Presupuesto, lo cual era crucial para la correcta evaluación del uso de los recursos y la implementación de la SUBE. En un giro aún más preocupante, se revelaó que en el proyecto de ley que se rumorea estaría siendo enviado al Congreso de la Nación, la penalización por no tener SUBE aumentaría del 10% al 50%, y se eliminaría por completo el Consejo Federal.
Las autoridades cordobesas hacen un llamado a la Nación para que reconsidere esta situación, se abstenga de sancionar a la provincia y proceda a la devolución de los fondos que legítimamente le corresponden. Este episodio resalta la creciente tensión en la relación entre el Gobierno Nacional y la Provincia de Córdoba en materia de transporte y subsidios, luego de los fuertes cruces entre Schiaretti y Massa en el segundo debate presidencial.