Alberto Fernández ha ordenado la intervención del Partido Justicialista (PJ) de Jujuy debido a su respaldo a la reforma constitucional impulsada por el gobernador Gerardo Morales. Como titular del Consejo Nacional del partido, Fernández busca alinear al peronismo local con la postura del peronismo en todo el país y convertirlo en una oposición clara al gobierno de Morales.
La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, comunicó la medida a través de sus redes sociales, explicando que el objetivo de la intervención es poner al PJ jujeño en línea con los principios y la doctrina del peronismo, y en oposición a las políticas represivas de Morales. En un comunicado firmado por el presidente, se afirmó que las autoridades del PJ de Jujuy adoptaron un pensamiento ajeno a los fundamentos del pensamiento justicialista y contradijeron el espíritu y la letra de la Constitución Nacional.
El intendente del partido bonaerense de Merlo en uso de licencia, Gustavo Menéndez, y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, fueron designados como interventores del PJ de Jujuy por un período de 360 días. Se les otorgaron conjuntamente todas las facultades necesarias para llevar a cabo los actos requeridos para normalizar el partido en la provincia.
La intervención se produce después de que el PJ de Jujuy recibiera críticas por su respaldo a la reforma constitucional propuesta por Morales. Además, recientemente surgió un escándalo debido a la decisión de la Junta Electoral de excluir de la boleta presidencial de Unión por la Patria a las listas encabezadas por la precandidata a senadora Carolina Moisés y el postulante a diputado Guillermo Snopek.
La ausencia de Snopek en el Senado llevó a la suspensión de la última sesión legislativa, en la que el oficialismo esperaba aprobar diversas designaciones de jueces, entre otros temas. La intervención del PJ de Jujuy se presenta como un intento del presidente Fernández de abordar la situación y mantener la cohesión dentro del peronismo en el país.