En un inusual movimiento, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) implementó medidas de emergencia en las provincias de Santa Fe y Corrientes, con especial atención en la provincia de Córdoba, donde un brote de la Encefalomielitis Equina (EE) generó preocupación.
La Disposición 363/2023, publicada recientemente en el Boletín Oficial, establece medidas sanitarias “inmediatas, extraordinarias, excepcionales y de contención” para frenar el avance de esta enfermedad altamente letal que afecta a los equinos. El foco de atención se centra en la exigencia de una vacunación vigente para la Encefalomielitis Equina del Este y del Oeste, aplicada al menos quince días antes de cualquier movimiento de equinos en todo el territorio nacional.
El primer brote de esta enfermedad fue oficialmente confirmado el 25 de noviembre, cuando el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Vanella de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) obtuvieron resultados positivos al virus del género Alfavirus, familia Togaviridae, en animales de Corrientes y Santa Fe.
Esta enfermedad, transmitida por mosquitos, afecta a diversos vertebrados, incluyendo equinos y seres humanos, quienes actúan como hospedadores terminales. Los casos sospechosos en Córdoba aún están bajo análisis, y el Senasa no definió medidas específicas para la provincia en este momento.
La Encefalomielitis Equina se propaga desde las aves a través de los mosquitos, los cuales luego infectan a equinos y, en casos raros, a humanos. El período de incubación, es decir, el tiempo desde la infección hasta que aparecen los síntomas, oscila entre 5 y 14 días.
Con tasas de letalidad que alcanzan el 90 por ciento para la Encefalomielitis Equina del Este (EEE) y entre el 20 y 30 por ciento para la Encefalomielitis Equina del Oeste (EEO), la gravedad de la situación es innegable. En el caso de la Encefalomielitis Equina Venezolana (EEV), la tasa de letalidad varía ampliamente, oscilando entre el 40 y el 90 por ciento, con posibles secuelas en los equinos que logran recuperarse.
Ante esta situación, el Senasa insta a la población equina y a los dueños de caballos a tomar precauciones y a seguir las directrices establecidas para contener la propagación de este virus potencialmente devastador.