- Noemí Britos se desempeña en el Anexo Los Cerros, perteneciente al IPEM 285 de Pampa de Achala, y cuenta cómo es educar en un contexto rural.
- Bajo la modalidad pluricurso, docentes y estudiantes de distintas edades comparten un mismo tiempo y espacio.
- Una experiencia para rescatar este 11 de setiembre, día en el que se conmemora a los maestros y maestras.
Las escuelas rurales son parte fundamental de la política pública del Gobierno de Córdoba para garantizar el derecho y el acceso a la educación a lo largo y ancho de todo el territorio provincial.
En este sentido, docentes, inspectores y autoridades trabajan día a día con compromiso y responsabilidad para que los procesos de enseñanza-aprendizaje se desarrollen de manera óptima dentro de las realidades más diversas.
Tal es el caso de Noemí Britos y sus compañeros de docencia, que con amor desempeñan su labor en elnivel secundario del Anexo Los Cerros perteneciente al IPEM 285 “José Gabriel Brochero”, de Pampa de Achala.
Este centro educativo se caracteriza por tener régimen especial y modalidad de enseñanza pluricurso. Debido a las condiciones climáticas y geográficas, su ciclo lectivo comienza en agosto y culmina en junio.
Sus alumnos y alumnas (que tienen entre 12 a 17 años), al igual que sus docentes, se albergan en el lugar de lunes a viernes. Para llegar a destino deben transitar alrededor de 40 kilómetros por camino de tierra y cruzar distintos arroyos que se presentan en el recorrido. Vale destacar que su infraestructura es compartida con la Escuela Primaria Ceferino Namuncurá.
Noemí trabaja desde hace más de 15 años como maestra tutora en este establecimiento. Si bien ella y su familia son de Villa Cura Brochero, su segundo hogar es la escuela.
“En noviembre cumplo 16 años en este lugar. Había trabajado en escuelas urbanas, pero ejercer la docencia aquí me llamó la atención y me gustó porque es totalmente diferente al resto, es más familiar y tranquilo”, señala.
Y agrega: “Mi rol es ser tutora, es decir, acompaño y articulo a los maestros de las asignaturas de Lengua, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Además estoy con los alumnos todo el día, vivo con ellos, y a la tarde los ayudo a cumplir con sus tareas de estudio y evacuar dudas”.
La docente señala que los jóvenes que asisten a este secundario son de zonas cercana, aunque añade que “no se puede dar una referencia de dónde viven sus familias, porque son casitas aisladas que están distribuidas en la montaña, y la mayoría trabaja en zona de estancias”.
“A diferencia –continúa- de otros centros educativos, ellos conviven todo el tiempo (en la institución). En el caso de los chicos que están cursando los últimos años, se los lleva a otra aula para poder estudiar las materias relacionadas a la orientación que es Turismo, pero siempre están juntos”.
Huerta y folclore
Además de las materias comunes y especiales, los maestros promueven la creación de una huerta común, con un cantero cuidado por cada alumno. Allí siembran, cosechan y cumplen tareas de cuidado y mantenimiento.
Vale remarcar también que, junto al profesor de Música, fomentan un proyecto de folclore, que esperan con ansias cada jueves para bailar entre todos. Asimismo, hace unas semanas intervinieron un mural liderado por el maestro de Lenguas. En ese espacio pintaron el logo del Anexo para darle mayor color e identidad.
Noemi explica que “trabajar en una escuela rural y bajo este régimen es muy distinto. Se comparte mucho tiempo con los chicos. Somos una gran familia, uno sabe todo de ellos. Si tienen un problema se habla y se contiene. Te terminás encariñando, y ellos se encariñan con uno. Desde chiquitos también han ido a una escuela primaria con condiciones muy parecidas a esta, por eso tenés ese contacto especial. Trabajar en alta montaña es una experiencia linda y única”.
Educación rural en la provincia
Las escuelas rurales de la provincia de Córdoba constantemente dan respuesta a las necesidades educativas de las poblaciones aisladas, considerando el contexto particular de cada comunidad. Esta estructura didáctica, pedagógica y organizativa fomenta los procesos de enseñanza y aprendizaje de una manera distinta a la que se utiliza en escuelas urbanas.
A través de este tipo de enseñanzas, docentes y estudiantes de todas las edades comparten un mismo tiempo y espacio, propiciando la inclusión y la diversidad.
Bajo esta modalidad forman asisten unos 28 mil estudiantes: 22 mil lo hacen en el nivel primario en algunas de las 911 escuelas anexas rurales provinciales de gestión estatal, en tanto que seis mil jóvenes van a 118 instituciones secundarias de las mismas características, que se encuentran distribuidas en los cuatro puntos cardinales del territorio provincial.
En el nivel primario, 286 escuelas rurales cuentan con Jornada Extendida en sus dos ciclos, esto es 6 horas de clases por día de 1° a 6° grado. Además, 122 aplican el Programa «Entre Lenguas», con la enseñanza de inglés en el plurigrado y con 5 horas diarias.
Vale destacar que además del Anexo Los Cerros, solo hay otra escuela secundaria bajo el formato de régimen especial, debido al clima y la geografía de la zona.