Una mujer oriunda de Río Cuarto, Córdoba, presentó una demanda sin precedentes contra la farmacéutica AstraZeneca y el Estado argentino, reclamando la suma de cien millones de pesos por presuntos daños causados por la vacuna contra el Covid-19.
La denunciante, cuya identidad se mantiene en reserva, afirmó haber sufrido una reacción adversa severa luego de recibir la tercera dosis de la vacuna en enero de 2022. Alega haber experimentado fuertes calambres e inestabilidad en las piernas poco después de la inoculación.
Tras consultar con su médica, se le indicó que estos síntomas podrían ser efectos secundarios de la vacuna. Sin embargo, la situación empeoró, y la mujer fue diagnosticada con síndrome de Guillain-Barré con cuadriparesia, una enfermedad neurológica autoinmune que provoca una parálisis progresiva de las extremidades.
A un año de la vacunación, una comisión médica determinó que la afectada posee una incapacidad laboral del 75,6%. Con esta evidencia, la mujer decidió emprender acciones legales, presentando su demanda ante el Juzgado Federal de Río Cuarto.
En la demanda, la denunciante solicita compensación por varios conceptos, incluyendo la incapacidad sobreviviente, el fondo de reparación establecido por ley, el daño moral para ella y su pareja, así como una suma considerable por daños punitivos.
Este caso llega en un momento crítico para AstraZeneca, ya que la compañía enfrenta controversias previas por efectos secundarios de su vacuna, lo que llevó a la retirada de la autorización de uso en varios países europeos. En Argentina, donde se aplicaron millones de dosis de la vacuna producida en colaboración con mAbxience y la Universidad de Oxford, este caso plantea interrogantes sobre la seguridad y los riesgos asociados con la vacunación.
El síndrome de Guillain-Barré es una condición seria que puede requerir hospitalización y tratamientos prolongados. Aunque la mayoría de las personas se recuperan, algunos pueden experimentar efectos persistentes a largo plazo.