En una reunión de la junta de directores ejecutivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) el 30 de octubre, se analizó con preocupación la rápida disminución de las reservas internacionales de Argentina desde la última revisión del programa en agosto. La información, recabada por la agencia de noticias Reuters, reveló una agudización en la mirada crítica del organismo respecto al acuerdo.
Los términos empleados durante la reunión reflejaron una mayor rigidez por parte del FMI, con miembros de la junta haciendo referencia a una “mala gestión” del programa por parte del Gobierno argentino, en contraposición a expresiones como “desviaciones políticas” o “bajo desempeño” utilizadas en evaluaciones anteriores, según fuentes no reveladas.
Una fuente del Fondo indicó que las recientes medidas económicas de Argentina, que incluyen un agotamiento de las reservas y una moneda sobrevaluada, no están alineadas con el programa acordado. Esto marca un endurecimiento significativo de la postura del FMI ante las decisiones económicas adoptadas por la administración de Alberto Fernández.
A pesar de que en agosto el fondo ya había señalado desviaciones en el programa, permitiendo ajustes en algunos objetivos, como el alivio de las metas de reservas, las repercusiones de la última reunión de la junta insisten en ese diagnóstico, lo que podría poner en peligro futuros desembolsos.
Actualmente, se espera una revisión del programa para este mes, la cual determinará la activación del siguiente tramo de financiamiento. Sin embargo, hasta el momento no se estableció una fecha concreta para esta séptima revisión.
En cuanto a los compromisos de pagos, un representante de Argentina aseguró durante la reunión del 30 de octubre que el país está comprometido a mantenerse al día con los pagos al FMI. El próximo vencimiento de deuda del país asciende a alrededor de 900 millones de dólares en diciembre.