Un reciente informe revela un alto crecimiento del 281% en el número de casos de Streptococcus pyogenes en comparación con el año anterior. Esta bacteria, conocida por ser la principal causante de faringitis, puede volverse severa y ocasionar enfermedades de mayor importancia.
Se transmite principalmente a través del contacto cercano con una persona infectada, así como mediante la tos, los estornudos o el contacto con una herida. El período de incubación de la enfermedad varía de 1 a 3 días, dependiendo de la presentación clínica.
En la mayoría de los casos, esta bacteria causa faringitis o es asintomática. No obstante, en algunos casos puede volverse agresiva al ingresar al torrente sanguíneo, lo que puede resultar en enfermedades graves. Por esta razón, es fundamental estar atentos a los síntomas.
Las señales de la faringitis incluyen dolor de garganta, fiebre, cefaleas, náuseas, vómitos, amígdalas, mal aliento y ganglios aumentados de tamaño en el cuello. Ante la presencia de alguno de ellos, se recomienda evitar la automedicación y buscar atención médica de manera inmediata.
El diagnóstico y el tratamiento para curar esta infección bacteriana se realizan mediante antibióticos. Además, se aconseja a las personas enfermas evitar lugares públicos y restringir los contactos en el hogar, adoptando medidas similares a las recomendadas durante la pandemia de coronavirus.
El Ministerio de Salud recuerda la importancia de mantener al día la vacunación antigripal, ya que esto puede contribuir a fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de complicaciones.
En conclusión, el preocupante aumento exige que la población esté atenta y tome medidas para prevenir la propagación de esta bacteria. La consulta médica temprana, el tratamiento adecuado con antibióticos, el distanciamiento social y la vacunación son claves para protegerse y combatir esta infección.