El juez Ariel Lijo emitió una orden de detención contra Gastón Ariel Mercanzini, de 51 años, el individuo que arrojó un botellazo a Javier Milei durante la ceremonia de asunción presidencial.
La medida fue tomada tras recibir el acta de contravención por parte del personal del Departamento de Intervenciones Rápidas de la Policía de la Ciudad. Según fuentes del caso, al no poseer elementos constitutivos de delito entre sus pertenencias y no haber denuncia alguna de los presentes, Mercanzini fue identificado y posteriormente liberado en el lugar.
Sin embargo, una investigación más profunda reveló que Mercanzini tiene antecedentes penales por daño agravado, por los cuales estuvo detenido hasta hace algunas semanas. Durante ese tiempo, cumplió su condena con el uso de una tobillera electrónica, la cual ya había sido retirada.
La vinculación del agresor con el kirchnerismo se hizo evidente a través de sus redes sociales, donde se le veía relacionado con figuras políticas cercanas al partido. El ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, destacó la importancia de hacer públicas estas conexiones para obtener más información del público.
Wolff también reveló que Mercanzini, exfuncionario de la Municipalidad de Concepción del Uruguay de Entre Ríos, fue identificado y detenido por la Policía de la Ciudad tras señalamientos de testigos. Aunque no se encontraron elementos relacionados con el delito entre sus pertenencias, la consulta de antecedentes reveló sus conexiones con casos previos de daño agravado.
“Atentar contra el Presidente no puede ser gratis, así que estamos haciendo todo lo que podemos. Se trabajó toda la noche y estas son las imágenes que tenemos”, declaró Wolff.
El caso ahora está en manos de la Superintendencia de Investigaciones Federales, específicamente en las áreas de Delitos Constitucionales. Para reforzar la seguridad en torno a situaciones similares, el Gobierno convocó a la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria para coordinar un Comando Unificado.