El 5 de mayo será recordado como el día en que la Organización Mundial de la Salud declaró el fin de la pandemia mundial. A nivel global, más de 7 millones de personas perdieron la vida debido al COVID-19, y muchas empresas y trabajadores se encontraron en una situación precaria al tener que cerrar sus puertas y perder su sustento.
En Arroyito, la parálisis total duró solamente 15 días, gracias a la capacidad de adaptación y resistencia de su comunidad. Los comercios y trabajadores de la ciudad pusieron en marcha estrategias innovadoras, como el servicio de delivery y la programación de citas para la compra de productos. Algunos incluso emprendieron nuevos caminos.
Sin embargo, no todo fue éxito. La ciudad luchó incansablemente contra la pandemia, pero muchas personas perdieron la batalla contra el COVID-19, en total 97 víctimas. Para honrar su memoria, el municipio erigió un monumento conocido como el Monolito en el predio del Cementerio.
Este monumento consta de un muro central que representa la ciudad y descansa sobre una base robusta, compacta, firme y rígida. Las chapas de óxido simbolizan la pandemia que nos envolvió, y se liberan con aperturas extremas que patentizan el símbolo de superación. El color óxido traduce el tiempo transcurrido y la huella desgastada que nos dejó la pandemia, herrumbrando nuestros corazones. Y como figura principal, las estrellas caladas, donde se encuentran las 97 víctimas heroicas que lucharon contra el flagelo del COVID-19.
Arroyito es una localidad que luchó, se adaptó y se superó. Las víctimas del COVID-19 nunca serán olvidadas, y su legado de lucha y perseverancia seguirá inspirando a toda la comunidad.