En un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) anunció que hay un aumento significativo en los niveles de pobreza durante el primer trimestre del año. A pesar de un leve crecimiento en la actividad económica y una recuperación en el empleo, la pobreza sigue en aumento, alcanzando una cifra alarmante del 38,7%. Esto representa un incremento de 4,5 puntos porcentuales en tan solo 12 meses, lo que equivale a la adición de 2 millones de nuevos pobres a la población.
Estos preocupantes datos se desprenden del procesamiento de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, que fue difundida recientemente. Uno de los aspectos más desalentadores de esta tendencia es el incremento de la pobreza infantil, que ha subido al 54,7%. Esto significa que 6 millones de niños y niñas argentinos viven en hogares pobres.
La causa principal de este aumento en la pobreza se atribuye a la continua escalada de la inflación, que ha acumulado un asombroso crecimiento del 115% en los últimos doce meses. Tanto la línea de indigencia como la de pobreza se calculan en relación a la evolución de las canastas de alimentos y el gasto total, ambas aumentando a un ritmo más rápido que la inflación en sí misma.
La indigencia también ha experimentado un aumento preocupante, pasando del 8,2% al 8,9%. Entre los trabajadores ocupados en todas las modalidades laborales, ya sean registrados o no registrados, así como aquellos que trabajan por cuenta propia, la pobreza se ha elevado del 24,4% al 28,7%, marcando un fenómeno sin precedentes en Argentina.
El impacto de esta situación se refleja en los 31 aglomerados urbanos que abarca el informe del INDEC, totalizando 29 millones de personas. Extrapolando estos porcentajes a toda la población argentina, que asciende a 46,2 millones de personas, se estima que hay 18 millones de personas viviendo en la pobreza, de las cuales 4 millones están en condiciones de indigencia.
Es evidente que la situación económica y social en Argentina está alcanzando niveles críticos, y es urgente que se tomen medidas concretas para abordar este creciente problema de la pobreza, especialmente entre los más jóvenes, cuyo futuro se ve amenazado por esta tendencia alarmante.